Comenta el Midrash (Emor, cap. 29-4): sobre el versículo Dichoso el pueblo que conoce el sonido del Shofar Pregunta Rabí Yoshayia ¿acaso los demás pueblos no saben hacer sonar el Shofar? ¿Cuántos cuernos tocan, cuantas trompetas hacen sonar? Sino el pueblo que realmente conoce los sonidos del Shofar es el pueblo de Israel que sabe apaciguar al Eterno y hacer que deje el trono de la justicia y se siente en el trono de la misericordia. O sea saben modular los sonidos del Shofar para convocar la clemencia divina hacia el pueblo.
Contó Rabí Ezra Atie z”l decano de la Yeshiva Porat Yosef y maestro de Rabí Ovadia Yosef, z”l, que el gran sabio de Alepo Rabí Shelomo Laniado z”l (autor de la obra Bet Dino shel Shelomo) solía servir como oficiante y tocaba el Shofar el día de Rosh Hashana ya que había sido agraciado con una voz sumamente agradable. Y así procedía cada año, hasta que ya anciano, el sábado anterior a Rosh Hashana cuando los dirigentes de la comunidad visitaron al rabino ese les anunció que ya no podría oficiar en Rosh Hashana pues su estado de salud no se lo permitía. Los directivos le pidieron al rabino que solicitara a su hijo, Rabi Efraim Laniado z”l (autor de la obra Mahane Efraim y sucesor de su padre) y de hecho aquel aceptó suceder a su padre en el oficio de las plegarias de Rosh Hashana.
El día de Rosh Hashana Rabí Efraim se dirigió a la sinagoga y ofició magistralmente las plegarias de Rosh Hashana. Sin embargo, cuando llegó el momento de tocar el Shofar tuvo cierta confusión que inmediatamente corrigió. Cuando los dirigentes comunitarios visitaron ese día a su anciano maestro para saludarlo y besar su mano como se solía hacerlo, este les preguntó cómo se desarrollaron las plegarias en la sinagoga. Los dirigentes le respondieron que estas fueron oficiadas en forma magnífica por Rabí Efraim. Al preguntarles por los sonidos del Shofar, los directivos no fueron tan efusivos al respecto. Inmediatamente, Rabí Shelomo llamó a su hijo y le preguntó al respecto. Rabí Efraim, le relató a su padre que al pronunciar la plegaria previa al precepto del Shofar, en la que se lee yehi ratzon milefaneja H´Elokenu… Shelaj Malajeja Hakedoshim Hamemunim Al Hatekiot –envía a tus sagrados ángeles, designados sobre los sonidos del Shofar- en ese momento se apareció uno de dichos ángeles y se paró a su diestra lo cual lo perturbó por un momento. Se sonrió su padre y le dijo: Tú mismo lo has convocado ¿cómo puedes temerle? Sobre esto está dicho “Dichoso el pueblo que conoce los sonidos del Shofar”.
Nosotros, que lamentablemente nos hallamos muy lejos de esta situación, debemos conformarnos con concentrar nuestro pensamiento en retornar en Teshuba durante el sonido del Shofar, pues este posee la reminiscencia de la entrega de la Tora, durante la cual se oyeron los sonidos del Shofar, como está escrito: Y la voz del shofar se incrementaba en su poder.
Por ello, está prohibido absolutamente hablar durante el sonido de la voz del Shofar, ya que sobre ese momento comenta el Midrash que no se oyó ninguna voz ni de animales, ni aves e inlcuso los ángeles celestiales no emitieron sonido alguno y la voz del Shofar se oía de un extremo al otro de mundo. Incluso carraspear voluntariamente está prohibido en el momento del sonido del Shofar, sólo se debe concentrar el pensamiento en la teshubá y la rectificación de los pecados.