Pregunta: Es correcto que las festividades, a excepción del día de Purim quedarán nulas en el futuro? Acaso la Torá no es Eterna, así como todos sus preceptos?
Respuesta: El Talmud Yerushalmi afirma que todas las palabras de los profetas así como los escritos en el futuro quedarán nulos, a excepción de lo escrito en los cinco libros de Moshe. Pero tampoco la Meguilat Esther se anulará en el futuro, como aprende el Talmud de los versículos. E incluso el festejo de Purim permanecerá aún cuando todos los demás festejos caducarán (Midrash Mishle).
Y escribe el Rambam (Leyes sobre la Meguilá, al final): Todos los libros de los profetas y los escritos quedarán nulos en la época del Mashiaj, a excepción de la Meguilat Esther, la cual permanecerá como los cinco libros de Moshe y como las leyes orales de la Torá las cuales nunca se anularán. Y aún cuando el recuerdo de todas las desgracias de Israel se anulará, los días de Purim (que comenzaron con una angustia) nunca se anularán, como está escrito: Y los días estos de Purim no pasarán de los judíos y su memoria no se removerá de su simiente.
El Raaba”d (Rabí Abraham ben David s. XI) disiente del Rambam y considera que aún los libros de los profetas no quedarán nulos en el futuro, pues también ellos contienen enseñanzas de la Torá oral. Sino la intención del citado Midrash es que aún cuando el precepto de leer públicamente los libros de los profetas (después de cada porción semanal de la Torá) se derogue, la lectura de la Meguila en público no se anulará. Y ya numerosos comentaristas interpretaron la afirmación del Rambam en el mismo sentido que el Raaba”d.
El Rashb”a (Rabí Shelomo ben Aderet s. XIV) en una de sus responsas (cap. 93) escribe que la intención del mencionado Midrash es que existe un compromiso por parte del Eterno, y es que aún cuando –D-os no lo permita- las festividades pueden anularse debido a los pecados del pueblo de Israel, ya que no existe ningún compromiso por parte de D-os de que el pueblo guardará eternamente las festividades, con respecto a Purim poseemos la certeza de que en ninguna generación se anulará totalmente la festividad de Purim, pues, como afirma el versículo arriba citado Su memoria no se erradicará de su simiente.