Está escrito: Y llamarás al Shabbt deleite (Ishaya 58), de este versículo aprenden nuestros sabios que es preciso deleitarse en Shabbat con comidas, bebidas y todo aquello que deleite al hombre.
Y aún cuando, como escribe Rambam no se trata de un precepto de la Torá, ya que nuestros sabios obtienen esta obligación, de deleitarse el día de Shabbat del versículo del profeta, por lo que este precepto es considerado un ordenamiento rabínico, de todas formas es preciso ser sumamente escrupuloso al respecto pues la recompensa del mismo se halla explícita en el versículo mismo: Y entonces te deleitarás con el Eterno, te encumbraré sobre las cimas de la tierra y te alimentaré con la herencia de Ya´acob tu padre, pues la boca del Eterno lo ha dicho (Ib.). De estos ver. aprendieron nuestros sabios en el Talmud (Shabbat 117): Y así dijo Rabí Yosi en nombre de Rabí Yojanan, aquel que se deleita en Shabbat recibirá una heredad ilimitada. Y el Talmud continúa explayándose sobre la recompensa de este precepto.
Existe una opinión entre los grandes maestros de las primeras generaciones (Rashb”a, Riba”sh) que sostiene que se trata de un precepto de la Torá, pues el Shabbat es una de las“convocaciones sagradas” –festividades, como Pesaj, Sucot, Shabuot- sobre las que nuestros sabios enseñaron que deben santificarse honrándolas con ropas especiales, comidas y bebidas placenteras, etc. Según esta opinión, es preciso, en el momento en que come o bebe algún alimento sabroso en Shabbat, pensar que de esa forma cumple el precepto de la Torá de la deleitarse en Shabbat.
Y aún según la opinión del Rambam es apropiado, de todas formas, pensar que cumple con el deber de deleitarse en Shabbat.
Otras opiniones sostienen que aún cuando no se cita en la Torá, es un precepto de la misma deleitarse en Shabbat, pues se trata de una transmisión oral, halajá LeMoshe miSinai,
A continuación, citamos el inciso del Rambam relacionado con este tema: Qué es considerado un deleite en Shabbat, a esto hicieron referencia nuestros sabios cuando encomendaron preparar comidas deliciosas y bebidas dulces, todo en función de la condición económica de la persona. Y quien incrementa todo tipo de alimentos y bebidas placenteras en Shabbat, es digno de elogio. Si carece de las condiciones económicas para hacerlo, aún cuando prepare simplemente una verdura hervida en honor al Shabbat, se considerará esto un deleite del mismo.
El Talmud, se explaya sobre lo meritorio y elevado que es el honrar al Shabbat, y cita al respecto un episodio, ocurrido con una persona llamad Yosef, el honrador del Shabbat. En las cercanías de este judío, vivía un gentil, hombre muy rico, que solía consultar a los astrólogos y demás oráculos sobre todos sus asuntos. En cierta ocasión, le dijeron sus consultores que su vecino, Yosef, recibiría todos sus bienes. Inmediatamente, vendió todas sus pertenencias y compró con el dinero una joya de valor incalculable, la cual incrustó en el forro de su sombrero para de esa forma proteger su riqueza e impedir que Yosef la reciba. Ocurrió un día, que este hombre pasaba por un puente por supuesto vestido con su sobrero y sopló un fuerte viento que hizo volar al mismo. El sobrero fue a parar al agua y lo devoró un inmenso pescado, el cual fue pescado por los pescadores la víspera de Shabbat en la tarde. Pensaron los pescadores ¿a quién podrían ofrecer un pescado de ese tamaño una víspera de Shabbat por la tarde? Todo el mundo ya habría preparado la comida para el Shabbat. Sin embargo pensaron en Yosef, el honrador del Shabbat, que al ver un pescado de ese tamaño seguramente lo adquiriría para honrar al Shabbat. Efectivamente, compró el pescado y al abrirlo para limpiarlo antes de la cocción, descubrió la gema que se hallaba en su interior. Se encontró, Yosef, con un anciano (algunos sostienen que se trataba de Eliahu, el profeta) quien le dijo: Aquel que toma prestado para honrar al Shabbat, el Shabbat se lo retribuye.
.De todas formas, la persona no debe involucrarse en deudas que normalmente no podrá pagar para comprar alimentos para Shabbat.