Como citamos anteriormente, una de la cuatro personas que deben pronunciar la bendición de agradecimiento –hagomel-, es la que realiza un viaje a través del desierto. A continuación aclararemos detalles al respecto.
El Tamud Yerushalmi (Berajot cap. 4 inc. 14) afirma que todos los caminos son considerados peligrosos. Podemos inferir de esta afirmación que incluso los viajes terrestres interurbanos son considerados peligrosos y por lo tanto requieren de esta bendición al llegar a destino, y no sólo debe pronunciarse por un viaje a través del desierto.
Sin embargo el Ro”sh (Rabbenu Asher ben Yejiel s. XIV) en su comentario al Talmud (Berajot cap. Haroe) es cribe que en Ashkenaz (Alemania, Francia, etc.) no pronuncian esta bendición por viajes interurbanos sino exclusivamente por viajes a través de un desierto en el que existe un peligro cierto debido a las alimañas y delincuentes que se hallan en él. También los Tosafot (nietos de Rash”i s. XII) adhieren a esta opinión. En cuanto al Talmud Yerushalmi arriba mencionado que afirma que todos los caminos son considerados peligrosos, se refiere, según esta opinión, a la plegaria de los caminos, que de todas formas debe realizarse, mas no a la bendición de “hagomel”.
El Ramban, en su obra Torat Haadam afirma que aún en los viajes entre ciudades debe pronunciarse esta bendición, y cita como fuente el Talmud Yerushalmi arriba mencionado. El Tur cita su opinión y escribe que así acostumbran en Sefarad.
Maran, en el Shuljan Aruj, acota sobre esto que, de todas formas un viaje cuya duración es inferior a una “parsá” –medida de tiempo correspondiente aprox. a una hora y cuarto- no amerita pronunciar esta bendición, a menos que se trate de un viaje con peligros ciertos, como por ej. si se internó en un área de terroristas, etc.
A los efectos halájicos, según la costumbre sefaradí aún cuando los viajes entre ciudades en la actualidad no suponen un peligro cierto ya que no acechan fieras o delincuentes, de todas formas debe pronunciarse la bendición a terminar el mismo pues aún cuando el motivo por el cual nuestros sabios instituyeron la bendición ya no aplica, de todas formas no estamos autorizados a derogar su decreto, como citamos en la entrega anterior en nombre de Rabí A. Itzjak Kuk z”l con respecto a los viajes marítimos.
Escribe sobre esto Rabí Moshe Feinstein z”l que, según la costumbre sefaradí, es necesario bendecir pues el Eterno hace que tanto las fieras como los delincuentes no frecuenten el camino que escogimos. Especialmente teniendo en cuenta en la actualidad el índice de accidentes viales en las rutas, estas son consideradas lugares de peligro.
A continuación, veremos cómo se debe calcular el tiempo de una “parsá” arriba mencionado. Si corresponde al tiempo que tarda una recorrer aprox. cuatro kilómetros, y aún si los transita en automóvil no se altera esta medida. O la “parsá” corresponde a la medida de tiempo que debe durar el viaje, por lo que aún si viaja en automóvil debe permanecer una hora y cuarto en viaje para poder pronunciar la bendición al concluir el mismo.
A los efectos halájicos, dictamina Rabí Ovadia Yosef, z”l, que se debe calcular una hora y cuarto de trayecto, independientemente si el mismo se realiza a pie o en automóvil o avión, al concluir su viaje debe pronunciar esta bendición. Si el viaje dura un tiempo menor a la hora y cuarto no deberá pronunciar la bendición aún si transitó más de cuatro kilómetros en automóvil.
Y aún cuando entre ambas ciudades no hay un trayecto de una hora y cuarto, si entre la ida y el regreso su suman una hora y cuarto, debe pronunciar la bendición al regresar de su viaje. Las personas que por trabajo o estudio viajan diariamente y realizan un trayecto entre ida y vuela de una “parsá”, pronunciarán esta bendición sólo en Shabbat.
Como ya aclaramos más arriba, todo esto aplica para la costumbre sefaradí, sin embargo, de acuerdo a la costumbre ashkenazí, incluso para aquellos que viven en Israel, sólo pronunciarán la bendición “hagomel” si realizan viajes tanto aéreos como terrestres entre distintos países, no por lo viajes interurbanos.
Sin embargo, con respecto a la plegaria del camino –Tefilat Haderej- no existen diferencias entre ashkenazim y sefaradim, y en cualquier caso si el viaje posee una duración de hora y cuarto es preciso pronunciar esta bendición