Pregunta: ¿Se pueden oír canciones de cantantes judíos no observantes?
Respuesta: Escribe Rabbenu Yehuda Hasid en su obra Sefer Hahasidim, que la persona que posee una voz agradable debe abstenerse de entonar cánticos gentiles pues es un pecado utilizar el don que le fue concedido de los cielos para otra cosa que no sea alabar y ensalzar al Todopoderoso.
La intención del citado autor es prohibirle a la persona entonar los cantos con sus letras impregnadas de impureza, lo cual efectivamente es una gran trasgresión. Como ocurre con la persona que fue agraciada con una gran capacidad intelectual y utiliza la misma para propósitos negativos, ciertamente constituye esto un gran pecado, ya que si el Eterno le concedió un potencial debe utilizarlo para fines loables y no para cuestiones viles y no dignas. Lo mismo ocurre con esta persona que fue agraciada de los cielos con una voz especial y utiliza la misma para entonar cantos impuros, está cometiendo un gran pecado. Y escribe Rabi Itzjak Alfasi z”l (maestro de Rabí Yosef ibn Migas z”l, maestro a su vez de Ramba”m) en una de sus responsas lo siguiente: El “hazan” –oficiante- que entona cánticos ishmeelitas –árabes- y pronuncia todo tipo de bajezas implícitas en estas letras, debe ser retirado de su puesto. Este dictamen es legislado por Rama en el Shuljan Aruj (cap. 53).
De todas formas, utilizar sólo la música de dichas canciones con fines sagrados, por ej. para modular distintos párrafos de las plegarias, no está prohibido, como ya escribimos oportunamente, pues al insertar las palabras sagradas en dichas músicas se las eleva a cierto nivel de santidad. Con respecto a escuchar simplemente musicalizaciones gentiles, sin letras, de acuerdo a los sabios de la Cabbalá no es apropiado hacerlo, sin embargo a los efectos halájicos no está prohibido.
Concluimos de la anterior, que los cantantes que realizan apariciones ante un público mixto, muchachas y muchachos mezclados, aún cuando entonan canciones con letras sagradas, ateniéndonos a la experiencia existente al respecto que nos muestra en forma clara los numerosos tropiezos espirituales y situaciones de bajeza moral que todo esto provoca, haciendo que la justicia divina eleve su índice acusador contra el pueblo judío, pues utilizan ese don que el Eterno les entregó, su voz agradable, para inducir al pecado a los muchachos y muchachas judíos. Y aunque cualquier persona que induzca al pecado a otros judíos comete un pecado grandísimo y no le facilitan su teshubá, aquel que fue agraciado con una voz agradable y la utiliza para el mal comete un pecado enorme y condena su propia alma, D-os no lo permita.
Con respecto a escuchar los cantos de estos artistas posteriormente, fue consultado al respecto Rabí Moshe Feinstein z”l, en relación a un afamado cantor americano que fuera alumno de Rabí Aharon Kotler z”l (fundador de la prestigiosa Yeshiba Lakewood en New Jersey) y considerado una persona temerosa de D-os pero posteriormente se apartó de la senda correcta y realizaba actuaciones mixtas ante jóvenes, cantando canciones y relatando cuentos de Torá, etc. Escribe Rabí Moshe Feinstein z”l, que aún cuando esta persona está cometiendo un grave pecado, incentivando actos inmorales -´araiot-, de todas formas oír sus canciones o utilizarlas en bodas, etc. no hay motivo o argumento válido para prohibirlo.
Por lo tanto, y a los efectos halájicos, aún cuando está prohibido realizar apariciones ante un público mixto de muchachas y muchachos, hombres y mujeres, de todas formas no está prohibido oír estas canciones.