La persona que durante los días del mes de Nissan observa árboles en su época de floración, debe pronunciar la siguiente bendición: Baruj Ata……Melej Ha´olam..Shelo Hiser Beolamó Quelum, Ubará Bo Beriot Tobot Veilanot Tobot Lehanot bahem bene Adam –Bendito Tu Eterno…..Rey del Universo, que no ha hecho faltar nada en Su mundo, y Creó criaturas buenas y árboles buenos para que disfruten las personas-.
Nuestros sabios instituyeron esta bendición pues la floración es algo que se renueva cada año, y el hombre puede observar como de los árboles marchitos vuelven a salir flores (Rabí Aharon Halevi en su obra Pekudat Halvyim; ver Talmud Berajot 43b). Esta bendición se debe pronunciar una sola vez por año, no más.
Incluso las mujeres deben pronunciar la bendición de los árboles. Y aún cuando las mujeres están exentas de observar los precepto que poseen un tiempo determinado para su cumplimiento –Mitzvat Asé Shehazeman Gueramá-, de todas formas la bendición de los árboles deben pronunciarla. El motivo para ello, es similar al que explica en la obra Ture Eben con respecto al precepto del ofrecimiento de las primicias de la tierra en el sagrado Templo, el cual incluso las mujeres observaban, aún cuando a partir de Janucá ya no se pueden ofrendar las primicias, por lo que se consideraría un precepto determinado por el tiempo, sin embargo no es considerado como tal pues sólo se incluyen en esta categoría de Mitzvat Ase´Shehazeman Gueramá aquellos preceptos que no pueden cumplirse por limitación del mismo precepto, sin embargo las primicias no pueden ofrecerse a partir de Janucá pues ya no es común hallar frutos en el campo, y si encontraríamos frutos durante ésta época en el campo serían días aptos para el ofrecimiento de las primicias.
Lo mismo aplica a la bendición de los árboles, ésta sería adecuado pronunciarla todo el tiempo, sin embargo en épocas de Nissan es cuando se produce la floración. Por lo tanto, no es el tiempo el que determina la pronunciación de la bendición sino que se trata de una condición de la misma, por ello también las mujeres pueden pronunciar la bendición de los árboles, y en la próxima halajá aclararemos distintos aspectos de esta bendición.