En la entrega anterior señalamos que según lo disposición estrictamente halájica es permitido sentarse durante la Hazará, o sea tras la Amidá que cada quien realiza en forma individual, y así responder Amen tras cada bendición estando sentados, y no es preciso que se paren.
Sin embargo, esta autorización rige exclusivamente tras haber culminado el oficiante –Hazan- la bendición de Ata Kadosh, como dictamina Maran en el Shuljan Aruj cap. 123 donde escribe que tras culminar cada quien su Amidá retrocede tres pasos hacia atrás y allí debe permanecer parado sin moverse. Y no debe rehacer los tres pasos hacia adelante, al lugar donde realizó su Amidá, sino hasta que el oficiante llegue a Nakdishaj Venaaritzaj –santificación del nombre divino- que realiza toda la congregación al unísono. Tras elNakdishaj permanecerá en su lugar y responderá Baruj Hu Ubaruj Shemo y Amén, a la bendición de Ata Kadosh tras la cual podrá tomar asiento.
Cita la obra Torat Haym que es extraña la costumbre de muchas personas que aligeran esta legislación y se sientan inmediatamente después de terminar su Amidá, lo cual se halla en oposición a lo que legislara el Shuljan Aruj arriba mencionado, pues es necesario permanecer de pie por lo menos hasta que comience el oficiante la Hazará ya que entonces pueden realizar los tres pasos hacia adelante para regresar al lugar donde rezó y allí responder con toda la congregación el Nakdishaj. Y es apropiado llamar la atención de la congregación al respecto. Sic.
Asimismo es preciso llamar la atención sobre la costumbre de algunos de permanecer sentados cuando el Hazan llega a la bendición de Modím Anajnu Laj y simplemente realizan una inclinación estando aún sentados, lo cual es una costumbre errada pues es obligatorio inclinarse al pronunciar la palabra Modim y estando sentado la inclinación que se realiza no es considerada tal según la Halajá. Y así lo dictamina nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, recalcando que es preciso parase cuando el Hazan llega a la bendición de Modím para realizar la inclinación en forma apropiada como lo enseñan nuestros sabios.
Si se trata de una persona enferma o anciana a la cual le resulta engorroso permanecer de pie, podrá sentarse al culminar su Amidá hasta que deba pronunciar el Nakdishaj, tras lo cual podrá tomar asiento nuevamente hasta llegar a la bendición de Modim, pudiendo realizar la inclinación estando sentado. Empero las personas sanas deben necesariamente pararse para realizar la inclinación en forma apropiada.
En conclusión, al terminar la Amidá se realizan los tres pasos hacia atrás y allí se permanece parado hasta que el Hazan llegue al Nakdishaj y entonces retorna hacia adelante tres pasos para pararse en el lugar en el que realizó su Amidá, y tras pronunciar el Nakdishaj permanecerá parado hasta que el Hazán termine la bendición de Ata Kadosh. Tras esta bendición según disposición estrictamente halájica está permitido sentarse, hasta que el Hazan llegue a la bendición de Modim, en la cual es preciso pararse para realizar la inclinación allí indicado en forma correcta, tras lo cual puede volver a tomar asiento.