Dice el Talmud en el tratado de Shabbat, en distintos lugares, que está prohibido tomar medicaciones en Shabbat destinadas a aliviar alguna dolencia. El motivo de esta prohibición es un decreto rabínico que considera la posibilidad que se preparen medicinas en Shabbat (antiguamente se las preparaba moliendo distintos ingredientes), pues ante la ansiedad de querer curarse, la persona podría preparar el medicamento, por ejemplo moliendo los distintos elementos, en cuyo caso transgrediría una prohibición en Shabbat.
Escribe Maran, en su obra Bet Yosef cap. 328 en nombre de los primeros grandes comentaristas, que es obvio que nuestros sabios no prohibieron absolutamente nada en caso que corra peligro la vida humana, o sea que de agravarse la enfermedad se pondría en peligro la vida del enfermo, pues no existe ninguna prohibición que rija en caso que peligre la vida del hombre. E incluso si sólo existe la duda razonable que se enfrentaría una situación de peligro, es una obligación profanar el Shabbat para evitar que el enfermo agrave su estado y el mismo pueda poner en peligro su vida. Aún prohibiciones de la Torá, como por ejemplo viajar en automóvil, etc. deben transgredirse para evitar una situación en la que peligre la vida humana. Por lo que la prohibición de nuestros sabios de tomar medicamentos rige sólo sobre las personas que poseen alguna dolencia leve pero pueden desenvolverse normalmente y por lo tanto tienen prohibido tomar medicamentos.
Por lo tanto, las personas que están afectadas por alguna molestia estomacal suave en Shabbat tienen prohibido tomar medicamentos para aliviar su afección. Lo mismo aplica para la persona que se halla resfriado en Shabbat, no puede tomar antigripales o medicación para el refrío en Shabbat. Sin embargo, si su dolencia o afección afecta toda su persona y lo obliga a permanecer en cama, aún cuando no se halle en peligro de vida puede tomar medicamentos que lo ayuden a recuperarse, pues en estos casos no instituyeron nuestros sabios la prohibición de medicarse en Shabbat. Y por supuesto si la vida del enfermo se halla en peligro se podrá realizar todo lo necesario para ayudarlo..
En síntesis, la persona que no se halla definitivamente enfermo, sino que lo afecta alguna molestia o dolencia suave, por ejemplo resfrío, dolor de estómago, etc. que no le impiden desenvolverse normalmente como una persona sana, tiene prohibido tomar medicamentos en Shabbat destinados a curar esta dolencia. Sin embargo, si la dolencia afecta toda su persona o lo obliga a mantenerse en cama, está permitido tomar medicamentos.
Existen al respecto otras numerosas legislaciones, por ejemplo las pastillas que no curan sino suavizan o disminuyen el dolor. O el caso de los antibióticos en Shabbat, lo cual aclararemos en la próxima entrega.