Dice el Talmud (Menahot ) Enseñò Rabì Meir, debe la persona pronunciar cien bendiciones por dìa. Y asì lo dictaminan las grandes autoridades rabìnicas, como Haramba”m (Leyes sobre Tefilà cap. 7), y el Tur y el Sh. Aruj (Sh. Aruj cap. 46). Escribe el Sefer Hamanguig (folio 6), que el recitar cien bendiciones por dìa es una tradición similar a las leyes que nos llegan desde el Monte de Sinaì por medio de Moshe.y lo aprendemos tanto de los versìculos de la Torà como de los profetas y los demàs escritos.
En los profetas, esta enseñanza aparece en el rey David, cuando dice, Dijo David, hijo de Isahi, y dijo el hombre erguido en lo alto, el tèrmino hebreo para expresar “en lo alto” es “al” y su letras “ain” y “lame” suman un total de cien. Esto nos enseña que cuando David fue informado que en Jerusalén morìan cien personas por dìa, observò con su divina visiòn que debìa instituir el recitado de cien bendiciones diarias. Cita el Midrash, que desde el momento en que David instituyò pronunciar las cien bendiciones diarias, se interrumpiò la mortandad.
E·n lo Hagiògrafos –demàs escritos sagrados- dice el versìculo Y he aquì que por ello serà bendito el hombre, la expresión “he aquì” en este versìculo en sus letras hebreas suma la cantidad de cien. Y Rabenu Bahiye (en su obra Kad Hakemaj) escribe que el mismo Moshe instituyò el recitado de cien bendiciones diarias. Por supuesto que esta cantidad no es taxativa, ya que si la persona desea recitar màs bendiciones por dìa puede hacerlo y serà bendecido por ello.
Por lo tanto, cada persona temerosa de D-os debe contar la cantidad de bendiciones que pronuncia diariamente para comprobar que alcanza las cien bendiciones. Esto no es difícil y si se toman en cuenta las bendiciones matutinas, las de las plegarias y las distintas bendiciones por alimentos, etc. Que se pronuncian a diario. Tambièn las mujeres pueden alcanzar las cien bendiciones por dìa tomando en cuenta sus comidas, frutas que consumen, etc.
Incluso en Shabbat, que pronunciamos varias bendiciones menos pues la amidà sòlo posee siete bendiciones, en tanto que la de dìa de semana posee diecinueve. Y aùn cuando en Shabbat recitamos la plegaria de Musaf, que suman otras siete bendiciones, de todas maneras se reducen el nùmero de bendiciones que pronunciamos y por ello debemos tratar de complementarlo con bendiciones sobre aromas, frutas, etc.
Dice el Talmud (Ib.) que Rab. Hiya hijo de Rab Avia en Shabbat se preocupaba por recitar otras bendiciones, como las de los aromas, frutos, etc. Para complementar las cien bendiciones.
De todas formas, se puede completar el nùmero de bendiciones al responder “amen” a las bendiciones del oficiante o de otras personas, pues tambièn el responder amen es considerado como una bendiciòn, que pronuncia quien lo responde.