Establecieron nuestros sabios que se deben pedir las lluvias en “bircat hashanim”, o sea en la bendición por el año que recitamos en la plegaria amidá. Este pedido comienza a realizarse, en la tierra de Israel, el siete de Jeshvan, este año 5777 acontece el lunes por la noche. En realidad, se debería comenzar el pedido por las lluvias el día de Shemini Atzeret, sin embargo, debido a que en estas fechas el pueblo de Israel visitaba masivamente Jerusalén, se dilataba el pedido de lluvias hasta el siete de Jeshvan, período que les tomaba a algunos visitantes regresar a sus hogares, para evitar que se perjudicasen en el camino con las precipitaciones.
Fuera de Israel, se comienza a pedir las lluvias en la noche del día cuatro –hacia el cinco- de diciembre. Los años en que el mes de febrero posee 29 días se comienza la noche del cinco –hacia el seis- de diciembre. Así se acostumbra tanto en Europa como en los EE.UU.
Los países que se hallan bajo la línea del Ecuador y cuyo clima en inverso al de Israel y Europa, pues el verano de dichos lugares transcurres desde Sucot hasta Pesaj, no piden las lluvias en “bircat hashanim”, la bendición sobre el año en la amidá y tampoco recuerdan “mashib haruaj umorid hagueshem” en la bendición de atá guibor al comienzo de la amidá. En su época invernal estos países piden las lluvias en la bendición de “shemá kolenu”.
Existe una mención especial para los países de Argentina y Brasil, cuya época estival transcurre desde Sucot a Pesaj y el invierno desde Pesaj hasta Sucot, o sea a la inversa de Israel, como mencionamos. En el verano de estos lugares caen precipitaciones de mucha intensidad en tanto que en invierno llueve, pero en forma más atenuada. De allí que haya surgido la duda de qué período se considera época invernal en estos dos países.
Hace algunos años, el gran erudito Rabí David Yosef, Shlit”a, analizó detenidamente esta situación, tanto desde la perspectiva halájica como de la climática, y arribó a la conclusión que en la actualidad, en que los adelantos tecnológicos le permitieron al hombre utilizar provechosamente las lluvias que caen durante el verano, o sea el invierno de Israel, e incluso la mayor utilidad de las lluvias se obtiene de las precipitaciones estivales, arribó a la conclusión que estos países poseen la misma legislación que EE.UU y Europa que comienzan a pedir las lluvias a partir del cinco de diciembre, como citamos más arriba. Y refrendó este dictamen Rabí Ovadiá Yosef, z”l y Rabí Shalom Cohen, Shlit”a y otras grandes autoridades rabínicas.