Esta escrito en la sagrada Tora: “El décimo día de este mes, tomaréis cada hombre un corderito por cada familia, por cada casa y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes. Y lo faenaréis, toda la congregación de Israel el atardecer. Y pintaréis con su sangre las jambas de sus puertas y Veré la sangre y permitiré al depredador acercarse a vuestras casas para atacarlos”
Explican nuestros sabios que desde el día 10 de Nisan el cordero lo ataban a las patas de sus camas y lo conservaban hasta el día 14 en que lo ofrecían a D-os y este mérito fue considerado para que sean redimidos de Egipto.
Explicó nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l que su maestro Rabí Tzvi Pesaj Frank z”l, gran rabino de Jerusalén, lo explicó de la siguiente manera. El objetivo de los milagros de entonces fue instilar en el corazón de los judíos la fe absoluta en el Creador.
Y en una visión más profunda, esa generación estaba gobernada por creencias paganas, ellos creían que los designios humanos eran manejados por los astros. Por ello, nos fue encomendado justamente el mes de Nisan de entonces el 10 del mes, tomar un cordero que es la constelación que ejerce su influencia en este mes, el cordero maza talé, y ofrecerlo en honor al Eterno el día 14 como muestra de que sólo El gobierna en el universo.
Podemos agregar que también en el paso por el mar Rojo, cuando este se abrió para permitir que el pueblo de Israel pase, D-os mostró Su poder sobre la naturaleza. Y teniendo en cuenta que todas las almas de Israel estaban presentes allí, todas nuestras almas poseen esa chispa de fe en el Eterno y Su manejo total del universo. Y así como entonces el pueblo presenció los milagros y maravillas, también en nuestra época podamos presenciar los milagros de D-os con la llegada del ansiado mesías. Como está escrito en el profeta: “Así como en la salida de Egipto haznos ver los milagros”. Y especialmente en la actualidad en que los medios de comunicación unen todos los extremos del mundo llevando sólo cuestiones vanas y banales, ellos se admirarán de la verdad de nuestra fe y los postulados del judaísmo y la grandeza de D-os. De los cuatro puntos cardinales quedarán mudos de asombro, como termina diciendo el profeta: “Y ellos verán y se avergonzarán ante Su grandeza, pondrán sus manos sobre su boca, callarán y su oídos ensordecerán…y temerán de El. Amén, que así sea.