Pregunta: ¿Cómo es ideal proceder la noche del seder, permanecer en casa u hospedarse donde los padres o familiares?
Respuesta: Se trata de una pregunta que muchos se formulan y analizaremos sus pormenores.
El erudito Rab Betzalel Shtern (Betzel Hahojma cap. 6-67) escribe al respecto, que quienes comparten la festividad con sus padres o familiares cumplen con el precepto de alegrarse en la festividad, pues el compartir con la familia nos alegra y hace felices en Yom Tob -festividad- lo cual constituye de por sí un precepto, como lo escribe la obra Shibulé Haleket cap. 218) sobre la importancia de compartir en familia la festividad y alegrarse en reunión con los seres queridos. Y ya citamos al respecto la opinión de Rash”i sobre el relato de Esther en Purim. Y esto cobra especial importancia en Pesah en que justamente el precepto de cordero pascual era compartirlo en reunión familiar.
Y así era la costumbre de nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef z”l quien reunía a todos sus hijos y nietos alrededor de su mesa en el seder y compartían con gran alegría el mismo. Era un momento de especial satisfacción para nuestro maestro z”l quien dirigía el seder y posteriormente la rabanit z”l entonaba el clásico cántico de “had gadiá” -un cabrito- en árabe como era costumbre de su ciudad natal, Halab, Siria. Tras el seder, nuestro maestro reunía a todos su nietos a su alrededor y les relataba sobre la salida de Egipto en un lenguaje claro y accesible a los niños, hasta que ya a medianoche se retiraban a dormir y nuestro maestro continuaba estudiando toda la noche.
De todo lo anterior concluimos que es ideal compartir el seder con los padres y alegrarse en familia. Sin embargo, el precepto fundamental de esta noche es el de relatarle a nuestro hijos sobre los milagro obrados por el Eterno a nuestro padres en la salida de Egipto e insuflar en sus corazones puros la fe en el Creador del universo. Por lo tanto, se debe sopesar en forma criteriosa si el compartir con la familia no nos privará de cumplir con este importante precepto tan íntimamente ligado a la educación que debemos a nuestros niños. De todas manera, se debe ser cuidadoso al momento de tomar decisiones ya que, D-os no lo permita, no se debe incurrir en una falta de respeto hacia los padres o hacerlos sentir mal. Por lo que se debe b buscar las vías para cumplir con el relato a nuestros hijos tanto en casa de los progenitores como en la nuestra propia.
Nuestro maestro, mientras tenía a sus hijos pequeños, prefería pasar el seder en su casa para cumplir fiel y escrupulosamente el precepto de transmitir a su hijos, a pesar de la insistencia de su sra. madre Gorg´ia z”l quien insistía en que comparta con ellos el seder. Sin embargo ella, por tratarse de una mujer sumamente piadosa y especial, aceptaba con alegría la explicación de nuestro maestro quien con gusto abría sus puertas para que tanto sus padres como otros invitados compartieran con él la noche de Pesah.
El Eterno, en su infinita bondad no ilumine por el camino a transitar.