Escribe Maran (Sh. Aruj cap. 216 inc. 3) que el incienso que se impregna en las prendas no se bendice sobre el aroma que estas desprenden pues el mismo no posee substancia.
Es decir que no se debe pronunciar la bendición sobre los aromas si no se encuentra delante nuestro la sustancia misma que produce el aroma, sino el mismo emana de una prenda en la que se impregnó el aroma.
Por lo tanto, si la persona se coloca perfume en su mano y el mismo se secó, aún cuando la fragancia persiste en la mano no se debe bendecir sobre este aroma pues el mismo carece de sustancia ya que aquello que lo origina no se halla delante de la persona. Si el frasco de perfume está delante de la persona, puede pronunciar la bendición sobre el mismo ya que la sustancia que origina el aroma está delante de él.
Existe divergencia entre las autoridades rabínicas contemporáneas sobre las fragancias que se producen en la actualidad a partir de procesos químicos o aceite esenciales que logran una fragancia agradable, si se puede considerar a dichas fragancias como aromas con sustancia o no, debido a que el factor que genera la fragancia no está delante nuestro.
De hecho así lo dictamina la obra Shemirat Shabbat Quehiljeta en nombre de Rabí Shlomo Zalmen Awerbaj z”l y adhirió a esta opinión Rabí Shalom Eliashiv z”l quienes sostienen que las fragancias que se producen en la actualidad a partir de procesos químicos no ameritan que se pronuncie sobre ellas la bendición de los aromas.
Sin embargo nuestro maestro Rabí Ovadia Yosef, z”l, escribe lo siguiente: De hecho entiendo que no se tiene que tener en cuenta esta opinión que prohíbe bendecir sobre las fragancias actuales y se puede bendecir sobre estas fragancias aún cuando no sabemos de su procedencia si se originan de algo sobre lo que se bendice o no, pues el Ramba”m y Maran en el Sh. Aruj, dictaminan que el aceite de oliva que se conserva o estruja de tal forma que produce un aroma agradable se bendice sobre el mismo “boré atzé besamim” aún cuando en un principio no poseía ningún aroma y sólo después de procesarlo desprende una fragancia agradable. Adhieren a esta opinión Rabí Ben Tzion Aba Shaul z”l, Rabí Hayim Pinjas Shainberg z”l y Rabí Moshe Levy z”l.
Por lo tanto, sobre las fragancias que se expenden en la actualidad en frascos se pronuncia la bendición “bore mine besamim” y de hecho así acostumbra hacerlo nuestro maestro quien en varias ocasiones pronunció la bendición sobre los aromas a la salida del Shabbat sobre una fragancia en frasco como las que se expenden en la actualidad. (ver Hazon Ovadia Leyes sobre las Bendiciones folio 313).